Viveros de Chile apunta a Sello de Calidad como medio para llegar a mercados y fortalecer industria

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Viveros de Chile apunta a Sello de Calidad como medio para llegar a mercados y fortalecer industria

Cristian Pichuante asumió a fines de 2019 como presidente de la Asociación Gremial de Viveros de Chile – AGV; la que reúne a la mayor parte de los viveros frutícolas y hortícolas del país.

Su rol lo asumió con un foco en continuar mejorando los estándares de un sector que ha venido creciendo fuerte en los últimos años, de la mano de las exportaciones de plantas, especialmente a los mercados vecinos.

“Uno de los desafíos más importantes que tenemos por delante es el Sello de Calidad para plantas frutales en el que estamos trabajando para estandarizar procesos y productos del sector», indicó.

“Ello nos ayudará a seguir mejorando nuestra producción. Los viveros estamos en la génesis de todo proyecto frutícola y este sello significa un aporte real a la competitividad de la industria frutícola nacional”, agregó.

Otro desafío importante, al que no está ajeno el gremio es la gestión hídrica. “No solo como gremio, sino también como sector agrícola necesitamos enfrentar con soluciones concretas y colectivas el impacto que está afectando el actual escenario de mega sequía, que está generando la cancelación de proyectos frutícolas a nivel país».

«Es ahí que junto al resto de los gremios y el gobierno tenemos un desafío que nos exige tomar decisiones rápidas y trabajar en conjunto”, destacó.

Justamente, parte de la misión del Sello de Calidad, es implementar una meta sobre sustentabilidad medioambiental, que dentro de otros temas, considerará optimizar el uso del agua e implementar programas de eficiencia en su gestión.

Beneficios del “Sello de Calidad” a la fruticultura nacional

 

La calidad de las plantas es base para lograr el desafío que se ha planteado la Asociación de Viveros de posicionar a Chile entre los países potencia de producción de plantas de calidad para el mercado nacional y plataforma exportadora para el mundo, indicó el dirigente.

Según esto y con el objetivo de difundir y promover los logros que ha alcanzado el sector, la AGV desarrollará, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria FIA, un “Sello de Calidad para plantas frutales”.

Lo anterior permitirá diferenciar plantas por su calidad genética y fitosanitaria, trazabilidad y producción sustentable; entre otros aspectos.

El desarrollo de este “Sello de Calidad” busca impulsar una industria más profesionalizada, con metodologías estandarizadas de producción, el que permitirá aumentar las posibilidades de negocio en Chile y en el exterior, fomentando la competitividad tanto del sector frutícola agroexportador como la de los viveros nacionales, explicó Pichuante.

Desde el punto de vista productivo, la implementación del protocolo para la obtención del Sello generará plantas claramente diferenciables; que han sido propagadas con estándares productivos conocidos y mejorados; que beneficiarán al sector frutícola nacional, entre otros, porque al poder exigir una mejor planta y conocer su calidad, los agricultores podrán realizar los manejos adecuados para el correcto establecimiento de sus huertos; logrando así un mayor potencial productivo y mejorar la rentabilidad de sus huertos.

Recomendaciones del Sello de Calidad para la correcta elección de plantas

 

De acuerdo a lo que informó el presidente de la asociación, el sello se basará en las consideraciones que AGV recomienda como base al adquirir el material en un vivero establecido y que cumpla con las regulaciones vigentes del SAG, con el fin de minimizar riesgos fitosanitarios.

Esto implica que el vivero esté inscrito en el SAG, que es fiscalizado regularmente y que cumple con la Resolución de Viveros N°981, la que establece las plagas reguladas para cada especie o grupo de especies, que han sido incluidas por su daño económico y porque tienen al material de propagación como principal vía de transmisión.

Dentro de estas regulaciones, los suelos y medios de producción deben cumplir con estándares sanitarios amparados por análisis en laboratorios autorizados, señaló.

Si bien los viveros se encuentran enfocados en producir una planta sana, con el objetivo de asegurar el buen establecimiento del huerto y éxito de la inversión, es vital que previo a la llegada de las plantas a campo, los productores tengan considerada la época adecuada de plantación para la variedad, así como una buena preparación de suelo, y que reciban un manejo agronómico acorde a sus necesidades pre y post plantación; riego correcto en cantidad y oportunidad, limpieza de malezas, fertilización acorde a la variedad y zona de producción, entutorado o protección del ataque de conejos u otras especies de ser necesario.

Otra recomendación importante para los agricultores es buscar asesoría de profesionales expertos a la hora de elegir el vivero y sus plantas, es indispensable que puedan visitar el vivero al menos un par de veces previa entrega y asegurar así el correcto manejo y trazabilidad de los materiales que estáaadquiriendo.

«Recomendamos también considerar viveros que cuentan con suficiente experiencia y que puedan asesoran a los agricultores respecto de qué especie, variedad y portainjerto se puede adaptar mejor a las condiciones edafoclimáticas de su localidad».

«Así mismo, es importante considerar que idealmente el vivero realice visita de postventa para así detectar a tiempo cualquier inconveniente, ya sea con las plantas en sí o con los manejos y cuidados entregados por parte del agricultor en terreno. Esto evita muchos contratiempos y pérdidas», añadió.

En cuanto a la elección de la variedad y teniendo en cuenta que los proyectos de inversión están enfocados en el mercado de exportación, indicaron que el productor debe considerar como punto de partida las preferencias y demanda internacional.

Estandarizar la calidad y sanidad de los viveros

 

En lo que concierne a estandarizar la calidad y sanidad de los viveros, el dirigente afirmó que aún queda trabajo por hacer.

«En los últimos años, la industria viverística ha logrado importantes avances en calidad del material genético, manejo fitosanitario de las plantas, incorporación de nuevas tecnologías, sustentabilidad medioambiental y otros aspectos productivos».

«Sin embargo, existe una falta de normas o protocolos consensuados y validados como industria, que permitan categorizar y estandarizar la calidad de las plantas y que sean distinguibles unas de otras».

En este sentido, la existencia de viveros que funcionan bajo mínimos estándares productivos y de calidad representa una amenaza para la industria por el riesgo económico y fitosanitario inminente para los agricultores; así como también por la competencia desleal versus viveros que se esfuerzan por trabajar con mejores estándares, remarcó.

«Esto es lamentable, ya que finalmente, casi en su mayoría se comercializan en Chile solo plantas corrientes».

Afirmó que algunos viveros del gremio han intentado diferenciarse a través de la certificación de plantas del SAG. «Sin embargo, este proceso no ha sido del todo exitoso, ya que es lento y costoso y lamentablemente la mayor parte de los agricultores no está dispuesta a pagar un extra por esas mejores plantas porque no reconoce el beneficio que implica adquirir estos materiales».

De esta manera, no existe hoy un distintivo entre las plantas corrientes producidas con altos estándares v/s plantas corrientes propagadas bajo menores estándares productivos y de calidad, comentó.

Acceso a nuevo material genético para recambio varietal

 

La industria viverística ha evolucionado significativamente, en especial durante la última década, donde se ha profesionalizado con fuerza la actividad.

De esta forma, los viveros han sido los principales actores en el recambio y actualización varietal para la industria hortofrutícola chilena, señaló.

«En su mayoría se han insertado como usuarios en el mundo de la genética vegetal, siendo los responsables de la internación, evaluación e introducción comercial de prácticamente todas las novedades varietales y portainjertos extranjeros que la industria ha adoptado, los que han permitido conseguir mejores retornos para toda la cadena y mayor competitividad del sector».

Con respecto a la aceleración de los procesos, Pichuante indicó que la AGV ha trabajado junto al SAG en el reconocimiento de centros internacionales de producción de genética, con el fin de traer plantas de lugares más seguros por su renombrada excelencia, e ingresarlas sin la exigencia de cuarentenas.

«Esto ha agilizado bastante el proceso para los viveros que proveen al sector frutícola con variedades modernas, rentables, de alta densidad y atractivas no solo para los productores, sino también para los consumidores».

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